martes, 21 de junio de 2011

CUBA - VARADERO

27 de Julio
Salimos desde Cancún a las 12hs, y 45' minutos más tarde aterrizamos en el aeropuero de La Habana. La anécdota fue que al pasar los bolsos de mano por rayos x, la detuvieron a Laura por tener algo "sospechoso" semejante a un artefacto explosivo. Conclusión era un manojo de biromes unidas por una banda elástica que llevamos para regalar a los chicos. Por el scanner se veía un objeto cilíndrico con filamentos.
Subimos a un bus que nos llevaría a Varadero, son 140 km que se hacen en dos horas y media aproximadamente.
Llegamos al hotel Sol Palmeras, de la cadena Meliá.
http://es.solmelia.com/hoteles/cuba/varadero/sol-palmeras/home.htm
Nos alojamos en una cabaña al lado del hotel.



Llegamos a Varadero
Una vez instalados caminamos un rato por la playa y luego vamos a cenar. Las comidas se manejan de la siguiente manera: te dan una chequera con cheques de diferentes valores. Uno puede elegir el restaurante dentro del hotel u otro de la cadena Meliá. De acuerdo a la categoría es el valor, se va pagando con los cheques.
Aquí no se cambia dinero a la moneda cubana, así que los gastos extras se pagan en dólares, es todo muy barato.

28 de julio
Nos levantamos para desayunar y vamos a la playa.
El agua es tan linda como la Cancún y la pileta es espectacular. Pasamos todo el día a puro disfrute.




Antes de cenar un artista local le hace un retrato a Mari (cómo llevarlo a Buenos Aires sin arrugarlo!). Más tarde vemos un show de música cubana.





29 de julio
Día dedicado íntegramente a la playa. No tenemos mucho contacto con la gente local, preguntamos constantemente pero hasta entrar en confianza no se explayan demasiado con las explicaciones.

En el hotel
Luli está entusiasmada con las clases de gimnasia que da un cubano al lado de la pileta, y yo con las cubanas y el ron.

Más tarde vamos a otro espectáculo musical, la música cubana es decididamente genial.



30 de julio
Hoy es el día de la excursión a La Habana. Salimos temprano en bus, en la mitad de la mañana llegamos a una de las ciudades con más historia que conocimos.
Primeramente vamos al fuerte del Morro, que era una de las fortalezas erigidas para repeler ataques piratas allá por el siglo XVI.





Desde allí recorremos todo el malecon y llegamos a la emblemática Plaza de la Revolución. Imposible no imaginarse a Fidel hablando a la multitud.



Comenzamos a internarnos por la ciudad vieja encontrándonos en cada momento con personajes e imágenes inolvidables.









Recorremos a pie las calles de La Habana vieja, sacando fotos y charlando con la gente. Al mediodía nos detenemos en un restaurant para comer algo y reponer fuerzas. Mientras comemos un viejo con un contrabajo nos deleita con su música.
Más tarde seguimos el paseo hasta llegar a la Bodeguita del Medio y luego a la casa de gobierno.
Terminamos en el histórico "Floridita". 






La Habana - Parte 3

La Habana - Parte 4
Cayendo ya la tarde regresamos a Varadero. Cenamos y nos vamos a dormir.

31 de julio
Hoy le dedicamos a la playa y a la pileta, pero esta vez nos vamos caminando hasta el hotel Meliá de las Américas.





Volvemos por la playa, pasamos por unas rocas que con la caída del sol parecen de varios colores.
Tomamos unos mates en la puerta de la cabaña, vemos el atardecer y nos vamos a cenar.




1 de agosto
Nos levantamos dispuestos a aprovechar al máximo el último día en Cuba. Nada mejor para eso que ir a disfrutar del sol y del mar.



Mientras Luli seguía con sus clases de gimnasia en la pileta, Laura y Mari decidieron ir a conocer las famosas cuevas de Bellamar.
Se llaman así debido a su proximidad a la playa de Bellamar, en el oeste de la ciudad de Matanzas.

Después de ver otro hermoso atardecer nos vamos a cenar, una divertida anécdota sobre esta cena es que pedíamos constantemente hielo, el cual nos lo traían en vasos. Por lo cual nuestra mesa quedó completamente cubierta de vasos! (ver foto)





2 de agosto
dado que nuestro vuelo sale de La Habana a las 8 de la mañana, nos pasan a buscar a las 3 hs para llevarnos.
Con Laura decidimos no dormir y nos dedicamos a la bebida (para variar).


Finalmente llegamos a La Habana, y nos preparamos para subir al avión.
En ese momento nos avisan que lamentablemente nuestros lugares estaban ocupados pues el vuelo estaba sobrevendido. Apelamos a nuestras dotes de "persuasión" hasta que, milagro! Nos piden disculpas y nos dan asientos en: Primera Clase! Un viaje genial disfrutando los placeres de los ricos...

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